Elecciones. Votar o no votar. ¿Qué hago?

Elecciones. Votar o no votar. ¿Qué hago?

Abr 14, 2019 0 Por Omar El Bachiri

Si te lo estás pensando es que vives en un país democrático porque si no, no tendrías la opción. Si vivieras en una dictadura, te impondrían al jefe de estado y seguramente serías capaz de pagar por votar, para cambiar el sistema. Además, si eres mujer, quiero que sepas que hace apenas 80 años, no tenías derecho a votar. Con lo cual, más a tu favor para hacerlo porque, muchas mujeres han luchado para conseguir este derecho.

Tu capacidad de elegir entre votar o no, está determinada por tus experiencias pasadas. Seguramente habrás votado en varias ocasiones y no han tenido el efecto deseado. Con lo cual, ahora las generalizas y piensas: – ¿Para qué votar, si las cosas no cambian? Ahora yo te pregunto, – ¿seguro que no han cambiado? – Quizás no todas las que tú querías, pero algunas seguramente que sí.

Hay una cosa que tienes que tener clara y es que los políticos no son máquinas, son seres humanos igual que tú y que yo. Preocúpate un poco en ver cómo viven y verás que tienen los mismos problemas emocionales y económicos que la mayoría de los ciudadanos. También tienen familia, padre, madre, hijos, hermanos, etc.

A esta forma de pensar hay que añadirle el locus de control. Este puede ser interno o externo. Cuando es externo, crees que nada depende de ti. Todo está en el destino, la suerte o en los demás. Sin embargo, cuando es interno, crees que depende de ti. Del esfuerzo y tus capacidades. Esta segunda forma de pensar es la que conduce a la fuerza emocional y a pensar en un futuro mejor. Sabes que todo puede cambiar de un día para otro. Cuando usas la primera opción como forma de pensar, te vas a dejar llevar por las opiniones de los demás. En cuanto oigas a otras personas decir que votar no sirve de nada, te dejarás influenciar por sus ideas. Aquí es donde tienes que usar el pensamiento crítico. ¿Estas personas piensan realmente así o lo están haciendo para manipularte y conseguir que no votes? Así su partido no tendrá votos en contra.

Dejo tres rasgos de una persona con locus interno: 1 – Tiene iniciativa. 2 –  Es propensa a tomar responsabilidades por sus acciones. 3 – Se siente segura ante los retos.

El locus externo es típico en las dictaduras porque por mucho que quieras y hagas, las cosas no dependen de ti. Sino, de factores externos.

Recuerda esta frase: “durante la campaña electoral no hay amigos, solo negocios”

Los seguidores del partido que está gobernando, votarán para que la situación siga igual y los seguidores de los partidos opositores, lo harán para que cambie. Entonces, ¿qué pasa cuando no votas? Opción A: si tu partido es el que gobierna actualmente, puede perder las elecciones y opción B: si tu partido es de la oposición, puede que no las gane. Te habrás dado cuenta que tu voto suma. Puede cambiar el rumbo del país o dejarlo tal cual está. Puedes seguir disfrutando de tus privilegios o perderlos. Así que tú decides si dejarlo al azar o ir a votar.

Luego tenemos las personas que no se sienten identificadas con ningún partido o no les interesa la política. En el primer caso sería recomendable votar por el partido que crean que menos les perjudicará. Sin embargo, en el segundo caso quiero anunciarles que cualquier forma de vida está condicionada por la política. Lo hace a través de los impuestos, la sanidad, el empleo, la cultura, la seguridad, la vivienda y cualquier actividad que hagamos. Con lo cual, si quieres mantener tus derechos, tener más o no perderlos, no te queda más remedio que informarte sobre la política que se ejerce en tu país.

Seguramente tienes muchas excusas para no votar y te aferras a ellas para no hacerlo. Son del estilo: no tengo tiempo, ese día trabajo, hace mal tiempo, estoy enfermo, siempre ganan los mismos, los políticos sólo quieren robarnos, etc.  Pero si aún así no quieres votar, es una decisión respetable pero entonces, tampoco te quejes. Si lo haces, estarás infravalorando la opinión de los demás ciudadanos. Nosotros hacemos el esfuerzo por mantener las cosas tal cual están o de cambiarlas, según nuestros intereses. Sin embargo, tú estás siendo una persona tóxica. Contaminas el ambiente con críticas y chismes. Conseguirás que la gente se aleje de ti, porque una persona que se queja pero no hace nada por cambiar la situación, es una persona que en vez de sumar, resta. Además, es un día especial porque es el único día del año en el que no hay diferencias sociales. Ya seas un mendigo, de clase obrera, media o rica. Seas obeso, musculado, delgado, feo o guapo. Tu voto tiene el mismo valor que el de los demás.

Es un día para disfrutar porque a partir del siguiente, todo puede cambiar. ¿Te das cuenta del poder que tienes? Les puedes cambiar la vida a muchas personas. Puedes hacer que el mendigo tenga un futuro mejor o que el obrero baje de escalón social y sea mendigo. Según las leyes que apruebe el nuevo gobierno. Subir o bajar los impuestos, recortar derechos sociales o ampliarlos, invertir en educación, generar más empleo, reducir la brecha salarial entre hombres y mujeres, etc.

Para acabar, si tan enfadado estás con la clase política, ¿por qué no te afilias a un partido o creas tú mismo uno, para aportar ideas y soluciones? Quizás llegues a ser ministro o jefe de estado.

Con todo lo que has leído, ¿todavía piensas que votar es una pérdida de tiempo? Si no lo haces por ti, hazlo por los demás, pero vota querido ciudadano.