MASAJE EN LOS CABALLOS Parte 7

MASAJE EN LOS CABALLOS Parte 7

Oct 7, 2018 0 Por TopCavalls Redacción

LOS MOVIMIENTOS

A nivel general se puede hablar de ocho tipos de movimientos de masaje, cada uno de los cuales se compone de varios movimientos que pueden producir efectos relajantes o estimulantes, según la presión y el ritmo adoptado.

Conozcamos estos movimientos:

CARICIAS: deben tener un efecto tranquilizante y relajante, teniendo un efecto directo sobre el sistema nervioso central; de hecho un masaje siempre debería comenzar y finalizar con caricias, además de utilizarse para enlazar los distintos desplazamientos. Las caricias se deben realizar con las yemas de los dedos o con las palmas de las manos, recorriendo relajadamente la superficie del cuerpo del caballo con una débil presión. En caso de que agilicemos el ritmo, el efecto de las caricias variará, pudiendo pasar a ser estimulantes e incluso excitantes.
Preferiblemente seguirán la dirección del pelo o los músculos en su sentido longitudinal.2. ROZAMIENTOS: los más usados durante el masaje (cada dos movimientos, para acentuar el efecto de drenaje que se persigue). Se trata de movimientos de deslizamiento realizados con dedos y palmas. La mano debe adaptarse a la zona masajeada, permaneciendo en contacto constante con ella.
Pueden utilizarse ambas manos simultáneamente o ir alternándolas con movimientos constantes y uniformes.

ROZAMIENTOS: Los rozamientos deben realizarse hacia el corazón para favorecer el movimiento natural de la circulación sanguínea venosa. La presión debe ser uniforme a lo largo de todo el movimiento, teniendo en cuenta que el nivel de drenaje es proporcional a la presión aplicada y al ritmo. Así si se aplica poca tensión y un ritmo lento, tendrán un efecto relajante y mejorarán la circulación, pero si se hacen con una presión superior a 4,5 kg., aunque el ritmo sea lento, servirán para estimular la circulación sanguínea.
A la hora de realizar rozamientos en zonas estrechas, será recomendable utilizar únicamente los dedos, no la mano entera, teniendo en cuenta que la presión siempre debe adaptarse a la zona en la que se está realizando el rozamiento.

PRÉTISSAGE: recibe este nombre la técnica que reúne los movimientos de amasamiento, compresión, presión, levantamiento, deslizamiento con compresión y rodamiento:
Amasamiento: movimiento rítmico circular (pequeños semicírculos sucesivos superpuestos), realizado con los pulgares o con la superficie inferior del índice, medio y anular.
Con esta técnica se pretende mejorar el bombeo del corazón, con lo que se estimula la circulación sanguínea y se mejora la oxigenación. También mejora el drenaje linfático, permitiendo localizar puntos de tensión.
Si se pretende realizar una tarea de relajación, el ritmo debe ser de un movimiento por segundo, mientras que si el objetivo es estimularlo, deberá aumentarse hasta 2 ó 3. Resulta fundamental controlar la presión, comenzando suavemente (entre 1 y 1,5 kg.) y aumentando en los grupos musculares grandes hasta alcanzar una presión de entre 4,5 y 6,5 kg.
Compresión: movimientos realizados con la palma de la mano o con el puño ligeramente cerrado, alternando las manos y tratando de ejercer una presión directa contra el músculo. Para realizarlos nos deberemos servir de nuestro peso corporal.
Con ella se favorece el bombeo del corazón, teniendo los mismos efectos que el amasamiento.
Se utiliza en las zonas del cuerpo más grandes y voluminosas, nunca en las partes óseas o de musculatura fina. La presión máxima recomendada es de entre 5 y 14 kilos. El ritmo no debe ser rápido.
Presión muscular: utilizada para la relajación de músculos tensos, principalmente los que se encuentran a lo largo de la crin, las extremidades y la cola. Cogemos el músculo y lo presiona mos con suavidad.
El movimiento de presión debe realizarse con los dedos y la parte inferior de la palma de la mano, tratando de mantener de forma constante el contacto.
Con él se consigue la relación del músculo así como un aumento de la circulación, al tiempo que nos dará importante información sobre la tensión existente en las fibras musculares.
No se debe aplicar mucha fuerza (el objetivo es la relajación del músculo).
• Levantamiento muscular: a realizar con las palmas de las dos manos y los dedos estirados: se envuelve el cuerpo con ambas manos y se presiona con suavidad, separando el músculo de su estructura muscular y formando ángulos rectos; el movimiento consiste en presionar y soltar el músculo.
Esta técnica suele utilizarse en la parte superior de las extremidades, siendo útil igualmente en la articulación de la babilla y en la parte superior del cuello.
• Deslizamiento con compresión: indicado para tratar la zona del dorso, las espaldas y los cuartos traseros; siendo muy adecuado para mejorar la circulación y combatir la inflamación, por lo que suele realizarse después de desensillar al caballo.
Debe efectuarse con las palmas de la mano, colocando los pulgares formando un ángulo de 45º con el resto de la mano.
El ritmo debe ser tranquilo.
Rodamientos: utilizada para mantener el pelo en buen estado, prevenir la formación de adherencias y mantener la elasticidad de la piel.
Consiste en coger y levantar la piel situada entre los pulgares y los dedos, para lo cual se desliza el pulgar hacia delante desplazando la piel hacia los dedos. Todo esto debe realizarse de forma lenta y suave, para no llegar a la excitación cutánea.

VIBRACIONES: utilizadas para actuar sobre las estructuras profundas (músculos y articulaciones) que se localizan bajo los tejidos superficiales, si bien no resulta recomendable en la parte de la cabeza. Consiste en hacer vibrar la mano en principio sólo con el propio peso de la misma y después aumentando progresivamente hasta conseguir el estiramiento de la estructura tratada.

Este masaje es muy adecuado para la relajación del sistema nervioso, por lo que suele utilizarse para las articulaciones y alrededor de las prominencias óseas, donde se consigue el efecto de reducir la inflamación traumática, consiguiendo buenos efectos también con dolencias como el reumatismo o la artritis.

AGITACIONES: movimientos mecánicos muy enérgicos utilizados para aumentar la circulación.
Se realizan manteniendo las puntas de los dedos de las manos en contacto con el cuerpo. Hecho de forma enérgica es uno de los movimientos más estimulantes.
La presión deberá estar entre el 1,5 y los 2,5 kg., adaptándola a cada situación.

FRICCIÓN: utilizada principalmente en las terapias deportivas para deshacer las adherencias y el tejido cicatricial desarrollados sobre las fibras musculares, los tendones, ligamentos y huesos. Con estos movimientos se produce una estimulación mecánica del cuerpo y se fomenta la circulación sanguínea.
Deben ser movimientos pequeños y profundos, en forma de círculo, que se aplican de forma transversal sobre el músculo o longitudinalmente sobre la zona recubierta de tejido fibroso.

MANIPULAR TEJIDOS NERVIOSOS: significa acariciarlos, friccionarlos, estirarlos y presionarlos. Durante el desarrollo de este tipo de movimientos deberemos ser sumamente cuidadosos para no dañar la zona, teniendo en cuenta que en caso de lesión, el nervio se encontrará hipersensible.
El primer acercamiento debe ser casi imperceptible, hasta que el caballo acepte el masaje y a partir de ahí se irá aumentando la presión.
Tenga presente todo el tiempo que la manipulación de los nervios resulta sumamente dolorosa, sobre todo si éstos están lesionados.
Los movimientos necesarios para tratar una afección nerviosa son los siguientes:
Acariciar los nervios:con la única presión que la ejercida por el peso de los dedos que se deslizan sobre la piel, a lo largo de toda la extensión del nervio.
Antes de empezar, se puede enfriar la zona con un paño frío o directamente con la manguera (nunca con hielo directo sobre el nervio, ya que produciría sobre-excitación.
Las caricias también se pueden utilizar al final del masaje, para relajar al caballo.
Presión sobre los nervios: consiste en ejercer presión sobre puntos determinados del nervio, para restablecer la sensibilidad de las extremidades del caballo, con lo que se favorece el crecimiento del tejido nervioso nuevo.
Comenzaremos con poca presión para ir aumentándola paulatinamente hasta un máximo de 1,5 kilos.
Fricción: resulta conveniente friccionar el nervio a lo largo de toda su extensión, con el objetivo de estimular su regeneración y crecimiento. Estos movimientos deberán realizarse siempre después de calentar la zona, para no sorprender al caballo.
Estiramiento: estiramiento de las extremidades que implican toda la extensión del nervio lesionado. Deben realizarse son suma suavidad, empezando con estiramientos muy pequeños y aumentando la intensidad de manera progresiva. Solamente se realizarán en la fase de recuperación de una lesión, nunca en su fase aguda.

  • GOLPETEOS

    PALMOTEO:
    Utilizaremos las palmas de las manos, colocándolas planas con los dedos perfectamente estirados.
  • Comenzamos realizando poca presión (1-1,5 kilos), para finalizar más fuerte (2,5/4,5 kilos).
  • Ritmo: comenzaremos con 2 ó 3 golpes por segundo y cuando el caballo esté caliente, pasaremos a 6.
  • El palmoteo sólo se puede aplicar sobre grupos musculares, nunca sobre huesos.
  • En los músculos estrechos debe aplicarse siempre poca presión.
  • GOLPETEOS CON LA MANO AHUECADA
    Colocamos la mano ahuecada, como si fuéramos a coger agua.
  • Aplicamos una presión de entre 2,5 y 4,5 kilos.
  • Ritmo: comenzaremos con 2 ó 3 golpes por segundo y cuando el caballo esté caliente, pasaremos a 6.
  • Esta técnica se emplea sobre la caja torácica y alrededor de las estructuras óseas.
  • GOLPES DE HACHA
    Este tipo de golpes se aplican con la parte lateral de la mano, manteniendo los dedos estirados (pero flexibles).
  • La presión a aplicar será de entre 2,5 y 4,5 kilos, con un máximo de 7 kilos sobre los músculos más gruesos.
  • Ritmo: comenzaremos con 2 ó 3 golpes por segundo y cuando el caballo esté caliente, pasaremos a 6.
  • Este tipo de golpe permite penetrar más en el músculo, siendo ideales para tratar los dorsales y los músculos gruesos de los cuartos traseros.
  • PERCUSIONES
    Para aplicar percusiones debemos utilizar la parte lateral del puño cerrado y relajado.
  • La presión será de entre 4,5 y 6,5 kilos, con un máximo de 9 en los grupos musculares más grandes.
  • Ritmo: deberá ser constante, de sólo 2 ó 3 golpes por segundo.
  • La aplicación de esta técnica fomenta la circulación de los líquidos corporales.
  • En las partes blandas sólo lo utilizaremos después de los palmoteos y de los golpes de hacha.
  • MARTILLEOS
    Cerramos el puño con fuerza y golpeamos.
  • Presión: de 7 a 11 kilos.
  • Ritmo: deberá ser constante, de sólo 2 ó 3 golpes por segundo.
  • Sólo se utiliza para estimular los grupos musculares grandes y los cuartos traseros.
  • LA IMPOSICIÓN DE MANOS
  • Con la expresión “imposición de manos” se conoce un tipo de masaje de alto valor terapéutico utilizado para aliviar los efectos de las heridas graves, de procesos inflamatorios, sobreexcitaciones nerviosas y tensiones de origen mecánico o nervioso.
  • Realizaremos imposición de manos siempre que no sea posible efectuar un masaje tradicional o bien después de éste para mejorar su efecto relajante. Su objetivo es el de aliviar la zona afectada, al tiempo que relajar al caballo tanto psicológica como físicamente.
    Por todo ello éste es, quizás, el masaje que requiere de mayor concentración, resultando necesario para obtener resultados que cuidador y caballo se sientan perfectamente compenetrados.
  • Para realizarlo debemos seguir estos puntos:
    • Colocamos las manos con suavidad bre la zona en la que vamos a realizar el masaje.
    • Aplicamos una presión muy leve (250 g.).
    • Es necesario que el masajista note el calor que surge de la zona. La cantidad de calor siempre será proporcional al grado de tensión y de dolor que sufre el animal.
  • Al finalizar la imposición, el caballo sentirá una gran sensación de alivio en la zona dolorida.