Ortorexia. Obsesión por la comida sana

Ortorexia. Obsesión por la comida sana

Jul 18, 2019 0 Por Omar El Bachiri

 

Si no tuvieras variedad de alimentos pero, sabes que hay un organismo oficial encargado de controlar la calidad de la comida, ¿te la comerías? Si tu respuesta es afirmativa, quiero que sepas que hay un departamento del gobierno que se dedica a esto. A controlar el estado de la alimentación.

¿Qué es la ortorexia? Pertenece al grupo de los trastornos de la conducta alimentaria, igual que la anorexia y la bulimia pero, se diferencia en que la obsesión no es la cantidad, sino, la calidad de los alimentos. Afecta al 25% de la población en los países desarrollados. Este dato es bueno conocerlo porque nos está diciendo que cuando no tienes donde elegir o no tienes suficiente comida, lo realmente importante es nutrirte. Estas personas centran su bienestar exclusivamente en la alimentación. Piensan que la salud es sinónimo básicamente de alimentación, sin tener en cuenta otros factores como el deporte, jugar o socializar con los demás. Estos tres factores sí que son sinónimos de bienestar y felicidad.

Hay personas que ven al diablo en la carne o el pescado y ven la gloria en las verduras y frutas o viceversa, también hay personas que glorifican la carne y basan su dieta en ella. Se denomina dieta paleolítica. El ser humano es omnívoro y esto significa alimentarse de animales y vegetales. De buscar un equilibrio en la variedad. De conseguir ciertas proteínas, minerales y vitaminas. Tenemos una dentadura que nos permite morder, arrancar y triturar y un paladar que se encarga de las preferencias de los alimentos. Las personas obsesivas dejan el paladar de lado y se centran en los nutrientes que contiene el alimento pero sobre todo su origen. Si es orgánico. En el caso de las ortoréxicas, van más allá. Van en busca de la pureza sin tener en cuenta que ya la tierra en sí no es pura, pues en ella conviven gusanos, bacterias, microbios y animales que dejan sus excrementos como abono.

Comer sano es la mejor opción para alejarse de las enfermedades pero, las personas que sufren este trastorno perciben la palabra alimentación sana diferente a como lo hacen los especialistas de la alimentación. Lo interpretan a su manera. Obtienen la información de revistas, libros e internet. Es un tipo de hipocondría, donde la persona está convencida de que está enferma o enfermará si come esto o aquello. Sin ninguna base científica. Es como cualquier otra adicción. En este caso, o comen sano o se ponen ansiosos. Están obedeciendo ciegamente los intereses de alguien o alguna empresa dedicada a este tipo de alimentación.

Generalmente se suelen obsesionar en algún aspecto en concreto de la alimentación. Los aditivos, los pesticidas, el tipo de alimentos, pescado, carne y derivados o agua no embotellada. Es algo contradictorio porque defienden que esta alimentación les desintoxica el organismo, pero sin embargo muchas de ellas fuman, beben alcohol, consumen bebidas azucaradas, etc. Lo peor de todo, es que la mayoría no practican deporte. Lo que al principio es un cuidado de la salud, se convierte en una obsesión por la calidad de la alimentación.

Se hacen vegetarianos o veganos y acaban por borrar de su vocabulario la palabra animal. Muchas veces se pasan a los alimentos en polvo, pensando que son más sanos que los tradicionales. Como en todos los trastornos, siempre hay un problema emocional detrás. Algún trauma, miedo o asociación errónea de bienestar. Esta forma de alimentarse condiciona su relación con los demás. Se aíslan de su entorno social y familiar. Están condicionados por la alimentación, cuando van de viaje dedican mucho tiempo en buscar lugares para comer. Si en alguna ocasión las invitan a comer fuera de casa, se preocupan tanto por la calidad de la comida que van a ingerir, que estarán unos días comiendo menos cantidad para compensar. Puede ser anterior o posterior al día en concreto. Con el paso del tiempo dejan de salir con los demás, para evitar estas situaciones.

Respeto a la familia, dejan de comer con ellos. Lo hacen antes, después o come aisladamente. Esta conducta potencia la adquisición de un TOC, trastorno obsesivo compulsivo. En este caso, el de comprobación. Comprobar que el alimento sea verdaderamente orgánico y no haya sufrido ninguna manipulación posterior. Dedican mucho tiempo en pensar en la comida de la toda la semana. Tienen que acudir a centros específicos para comprarla. Con el coste económico que ello comporta porque curiosamente, es más cara que la tradicional. Este repertorio de comportamientos lleva a ser perfeccionista. Ser menos flexibles con la alimentación.

Con el tiempo surge la frustración y esto mismo lleva a la baja autoestima. Creen que cambiando radicalmente la forma de alimentarse van a tener una mejor percepción de sí misma. Cuando en realidad, lo que están haciendo es empeorarlo porque el cambio no llega nunca. Puede que bajen de peso, pero su problema no radica ahí. Está en su forma de pensar y esto mismo produce que juzguen a todo aquel que no siga su estilo de vida. Aunque su objetivo no sea bajar de peso, por lógica, si se eliminan ciertos productos grasos o energéticos, la tendencia es perder de peso.

Generalmente este modo de alimentación tiene efecto rebote. En cuanto la persona abandona esta dieta, recupera el peso perdido y algunos quilos de más. No ha aprendido a comer, simplemente ha cambiado de alimentos pero no se ha informado de qué es una proteína, un carbohidrato, la grasa y sus funciones en el organismo.

Si quieres estar sano practica deporte un mínimo de 4 veces por semana y acude a un especialista de la alimentación para que te explique qué debes consumir y cómo afecta a nuestro organismo. Ten presente que estamos hechos de carne y hueso y por lo mismo, enfermamos. Por mucho que te cuides, caerás enfermo en alguna ocasión. Aceptando esta verdad, evitarás la ansiedad por la alimentación.

Por: Omar el Bachiri

Psicólogo y Escritor
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